Hoy me ha tocado exponer en la clase de mi  hijo Jacobo, en el Colegio Arenales (Arroyomolinos), lo que hace y en lo que trabaja su papá, les hemos explicado a 27 niños de 5 años lo que hace un abogado.

En los días previos a la preparación indagué en internet para ver qué compañeros habían pasado por el mismo trance y qué decían del asunto, y coincidí con un compañero de Zaragoza que se acordaba de los ancestros (de manera amistosa) de los Policías y Bomberos, pues en el colegio ya había ido algún papá o mamá que era policía o bombero y, de verdad, es imposible luchar contra la impresión que causa a un niño un uniforme, un casco de bombero, o hasta un hacha…

Pues me he lanzado a la labor, y allí me presento con un símil legal, los 10 Mandamientos, y para intentar llegar al concepto de derecho les he llevado también “Los Derechos del Niño”, junto a un par de dibujos de abogados en sala para colorear, todos los dibujos explicativos y  apropiados para su edad, los cuales  me ha proveído google de manera rápida y gratuita.

Ya en plena misión lo primero que hago es preguntar a mi audiencia si saben lo que es un Abogado…la respuesta unánime fue NO. Les pregunto si saben lo que es un Juez, y la respuesta es idéntica. Ante tal aprieto, les pregunto si cuando la profesora les regaña y ellos se han portado bien esa acción les parece justa y, ¡¡sorpresa¡¡, unánimemente dicen que NO, les pregunto que si un niño les pega en el recreo les parece justo, y dicen que no, y que si creen que ese niño que les pega puede hacerlo porque sí, a lo que me dicen unanimemente que no, y ahí entro yo con el concepto del derecho a hacer las cosas, que escuchaban atónitos. Pues tras intentar explicar el símil de una Ley con Los Diez Mandamientos, y decirles que ellos tienen derechos y que los Abogados  ayudamos a defenderlos, les pregunto si quieren que hagamos un juicio en la clase, el alborozo fue enorme…

Iban a hacer un juicio, y era emocionante verles las caras pues no sabían que les iba a acontecer. Pido ayuda a mi mujer, a la que pongo de jueza con un martillo de madera comprado en el chino, muy seguro yo de que iba a realizar bien su papel por la notoria experiencia en juzgar, y nombro a la profesora como Abogada de otra niña de clase (Claudia)  para dirimir si una mochila que la niña ha encontrado es de ella o es de mi hijo Jacobo. Su señoría inicia el procedimiento y tomamos la palabra los abogados, que empezamos a explicar cómo ocurrieron los hechos, cómo se encontró la mochila Claudia y porqué Jacobo decía que era suya. El proceso se ha desarrollado sin que fuera necesario un solo martillazo que pusiera “orden en la sala”, sus caras me recordaron a las que ponen cuando ven una película en el cine y ésta ha captado todo su interés…puede que el objetivo se estuviera cumpliendo.

Al final la jueza dictó sentencia y dijo que la mochila era de Jacobo, pues estaba identificada con su nombre y apellido, prueba contundente en sala, y porque apareció la mochila de Claudia, quien se empezaba a ofuscar al ver que su Abogada perdía el pleito.

Antes de irnos repartimos los dibujos y se pusieron a colorearlos, y les pregunto si saben ya lo que hace un abogado y me contestan que sí, ahora con algo de desgana pues la emoción pasó a los dibujos que abrían de la carpeta, pero antes de irme me llama Juanin, uno de los inseparables de mi hijo,  y me dice que vea su dibujo: había coloreado al Abogado del dibujo que sale interrogando a un supuesto testigo en la sala, con el juez y su mazo al lado,  con los mismo colores de la chaqueta y pantalón que yo llevaba en ese momento, y me decía contrariado que no podía colorear la corbata pues en el dibujo no se veía…que yo era ese Abogado.

Creo que al final el objetivo estaba cumplido, los chicos se divirtieron y, al menos en los dibujos, distinguían al Abogado y la función que había hecho. Confío sin duda que en nuestra sociedad tenemos una cantera que en el futuro podrá dar juristas que honren nuestra profesión, eso sí, con el permiso de los Bomberos y Policiás que seguramente harán una performance más impresionante.

Luis Miguel Mencía- ABOGADO.